Rescatando Las Letras Liberteñas/ CARLOS CAMINO CALDERÓN
Escribe: Blasco Bazán Vera
blascobv@hotmail.com
El escritor Carlos Camino Calderón, nació en Lima el 24 de setiembre de 1884. Fueron sus padres don Manuel María Camino Bottaro y doña Dolores Calderón Denegri, quienes como fruto de su trabajo, en Lima, acumularon notable fortuna siendo dueños de la Hacienda La Villa, La Quinta Camino de Barranco y dos veleros que acarreaban trigo de Australia.
Carlos Camino Calderón, como tantos literatos, desarrolló gran parte de su vida intelectual, social y literaria en la ciudad de Trujillo, donde escribió sus mejores libros.
La primaria la cursó en el Seminario de Niños Nobles de Madrid, España y la secundaria la compartió entre el colegio Sto. Tomás de Aquino, de Lima, donde fue compañero de carpeta de Luis Alayza Paz Soldán y Felipe Sassone Suárez. La secundaria la estudió en el colegio Nuestra Sra. de Guadalupe, donde fue alumno del huamachuquino Alfredo Rebaza Acosta quien afirmaba que la biblioteca de Camino Calderón era la más completa sobre nuestra Emancipación.
En 1905 ingresó a la universidad de San Marcos a la que tuvo que abandonar por causa de la muerte de su padre. En 1908 fue Canciller de la Embajada del Perú en Londres. Recorrió el norte de África y otros países del extranjero. Regresa al Perú y con toda su familia se traslada a Chiclayo donde escribió su novela “El Daño”.
El 23 de noviembre de 1923 se casó en Moche, Trujillo, con la trujillana Mercedes Carranza Espinoza procreando cinco hijos. Fueron sus padrinos Ricardo Rivadeneira Alza y Susana C. Otiniano.
El ser agente viajero le permitió conocer la idiosincrasia de las gentes, adentrarse en sus leyendas, su folclor, sus costumbres, particularmente del norte y, por supuesto, del mismo Trujillo.
Conoció la Heráldica, y por eso describió, estudió y explicó el significado de imágenes y figuras de los escudos de armas. y como buen estudioso y excelente Director del Dpto. de Extensión Cultural de la Universidad Nacional de Trujillo, formuló una relación de los principales apellidos trujillanos que en sus blasones ostentaban el nombre de animales, así:
Las “Aguilas”, lucían los Lavalle, los Galindo, los Cortés, los Roldán Ávila. El “Armiño”, lo llevaban los Quezada. La “Cabra”, los Cabrera. El “Jabalí y Lebreles”, los Verástegui. Los “Leones”, los Puentes, los Ganoza, los Lavalle, los De La Torre, los González, los Novoa, y los Fernández de la Reguera. Los“Lobos”, los Orbegozo, los Barúa, los Cárdenas, los Carranza. El “Oriol”, los Rosell. El “Oso”. Los Martínez de Pinillos. Las “Sierpes”, los González de la Reguera, los Martínez de Pinillos… pero nadie llevaba el legendario “ratón trujillano”, dice, Camino Calderón.
Se inició con la poesía pero le ganó la narrativa. Carlos Camino Calderón es un escritor poco conocido a pesar de que sus novelas como “El Daño” y “La Cruz de Santiago”, lograron varias ediciones. La mayor parte de su obra literaria es de carácter vivencial. Escribió poesía, ensayo, cuento, anécdotas, tradiciones, novelas, folclor.
Sus principales obras son: “Idelfonso”, “La Cruz de Santiago”; “El Caballero de Santiago” ; “Anecdotario de los libertadores”, “El Daño”, “La Ilusión del oriente”, “Tradiciones de Trujillo”, “Tradiciones de Piura”, “Diccionario Folklórico del Perú”; “Mi Molino”, “Cuentos de la costa” y “Los días de Huamachuco, recuerdos del Libertador”.
A Carlos Camino Calderón se le puede y debe situar como escritor del modernismo. Todas sus obras llevan el tinte de narrar hechos tal cual sucedieron. Su novela “El Daño” narra minuciosamente el teje y maneje de la brujería norteña; su novela “Mi Molino” tiene la propensión a la autobiografía que fue favorablemente criticada en ese entonces. “La Cruz de Santiago” es una novela netamente histórica. Carlos Camino Calderón, que amó y dio prestigio a Trujillo y al Perú, falleció en esta misma ciudad, el 25 de octubre de 1956.
Nota.- Se adjunta foto del escritor Carlos Camino Calderón