La alarma sanitaria frente a una posible nueva pandemia por la denominada viruela del mono ha puesto en vilo a toda la humanidad y ocasiona incertidumbre y miedo en todas partes.
El Dr. David Rodríguez Díaz, docente de la Escuela de Medicina de la Universidad César Vallejo, analizó la situación ante una posible nueva pandemia y brindó información importante que podemos tomar en cuenta.
“El virus de la viruela del mono, perteneciente al mismo género de la viruela humana, fue detectado por primera vez en el año 1958 en colonias de monos, pues es endémica del África Occidental y Central. El primer caso humano de esta enfermedad se reportó en 1970, en un niño de 9 años. Desde entonces, nuevos casos fueron dados a conocer progresivamente”, indicó.
Los países más afectados por esta enfermedad son Reino Unido, España y Portugal, mientras que América Latina no ha sido la excepción. “México y Argentina presentan ya casos confirmados de este mal. La mayoría de los casos son importados. Perú aún no registra casos sospechosos ni confirmados; sin embargo, el riesgo potencial es latente”, enfatizó el docente de la UCV.
El especialista mencionó que existen dos tipos de virus que originan la viruela del mono, uno que proviene de África Central y otro del oeste de África (enfermedad más leve y autolimitante); por otro lado, más del 70 % de la población mundial no posee inmunidad frente a la viruela humana ni la del mono.
Acerca de la propagación del virus, el médico indicó: “Este se transmite cuando una persona entra en contacto con el virus desde otra persona, un animal portador o con materiales contaminados con el virus. Puede darse a través de la piel dañada (aunque puede no verse a simple vista), el tracto respiratorio o las mucosas, como ojos, nariz, boca y genitales. La transmisión de animal a humano ocurre por mordedura o arañazo, contacto directo con carne de animales silvestres o fluidos corporales con la piel”.
También mencionó que la transmisión de persona a persona ocurre principalmente a través de gotículas respiratorias de gran tamaño y por contacto directo o indirecto con fluidos corporales, por lo que se requiere un contacto cercano prolongado.
“No existe un tratamiento específico contra la viruela del mono. Las vacunas originales de la viruela (primera generación) ya no están disponibles en el mundo. Se han desarrollado nuevas vacunas (de segunda y tercera generación) basadas en el virus Vaccinia con actividad frente a la viruela humana y la del mono, pero tienen una disponibilidad muy limitada y la inmunización masiva aún no ha sido requerida”, destacó.
David Rodríguez recomendó seguir las siguientes acciones en el caso de tener un paciente con este virus:
• El manejo del paciente incluye asistencia sintomática.
• Monitoreo de la evolución de las lesiones.
• Aislamiento para no contagiar a los miembros de la casa.
• Los familiares no deben tener contacto directo con las lesiones de la persona afectadas.
• Si hay necesidad de atender al paciente, se debe tener en cuenta el uso de mascarillas, protector ocular o facial y guantes descartables a fin de evitar las diferentes formas de contagio.
Finalmente, si bien es cierto que hay diferencias entre este virus y el conocido COVID-19, cuyos estragos seguimos viviendo en la actualidad, es importante estar enterados y preparados para afrontar mejor esta y otras circunstancias en el futuro.