Escribe:
Manuel Rodríguez Romero
Periodista Colegiado
Luego de los luctuosos sucesos, que dejaron dos jóvenes muertos, durante las manifestaciones de protesta de los trabajadores del sector agroindustrial en Virú y que empezaron en la región Ica, fue derogada por el Congreso la llamada Ley de Promoción Agraria, conocida como Ley Klimper, dada en el 2000 durante el régimen fujimontesinista, que favorecía ampliamente a las empresas agroindustriales.
Luego de la derogatoria, las comisiones del Congreso alistan una nueva ley, que en estos momentos la están formulando y que debe recoger las aspiraciones a las que tienen derecho los trabajadores, las mismas que fueron postergadas y que durante la presidencia de Martin Vizcarra se autorizó su prórroga hasta por diez años más, hasta el 2031.
La nueva ley, debe ser una ley equilibrada que no afecte la rentabilidad de las empresas agroindustriales, pero tampoco afecte el derecho al bienestar de los trabajadores. De esta forma, no sólo se elimina el régimen laboral agrario y su sueldo de S/ 39,19 diarios (incluido el pago de la CTS y gratificación), sino también los beneficios tributarios (pago del 15% de impuesto a la renta) a las casi 3 mil empresas en el país, que se acogieron a la ley,
Hay que señalar también, en su mensaje a la nación, el presidente Francisco Sagasti anunció que el Ejecutivo no observará la derogación de la ley de promoción agraria y continuará dialogando para encontrar una fórmula que promueva el desarrollo de la agroexportación, tanto de las empresas grandes, como de las medianas y de las pequeñas.
Lamentablemente, un sector de empleadores no respetó ni cumplió las normas laborales, lo que generó situaciones injustas e insostenibles para sus trabajadores. El problema laboral desde hace unos años ya era una “bomba de tiempo”, que explotó la semana pasada.
La Ley Klimper o Ley de Promoción Agraria y que debería llamarse Ley de Explotación Humana, permitió rápidamente el crecimiento de las grandes empresas, gracias a que solo pagaban el 15% del impuesto a la renta, mientras que la economía de sus trabajadores era y es paupérrima, sin beneficios ni gratificaciones, siguen siendo pobres sin un horizonte claro de progreso.
Veamos, sólo como muestra, cómo fueron creciendo en la provincia de Virú algunas grandes empresas agroindustriales para tener una idea más exacta, según estadísticas hasta el año 2017 (planilla electrónica del Ministerio de Trabajo).
- Danper Trujillo SAC. Esta empresa agroindustrial mostraba en 2008 un total de 5.081 colaboradores, para pasar en el 2017 a 12.871.
- Camposol SA. Una de las más exitosas empresas del rubro. En este caso, contaba en 2008 con 14.154 trabajadores y llegó a 16.167.
- Virú SA. Es la primera del ranking y demuestra porqué: en 2008 tenía 8.665 trabajadores y logró aglutinar en el 2017 a 17.397
A estas empresas, con la Ley Klimper, les ha ido muy bien, con millonarias ganancias, al elevar su producción y sus niveles de exportación, a costa del sudor de sus trabajadores que tienen que laborar más de 12 horas seguidas, sin beneficios y con salarios de hambre. La nueva ley deberá tener una orientación humanista, pensando primero en la persona, que es el fin supremo del Estado según señala la Constitución.