LA CORRUPCIÓN ES INMUNE A LA PANDEMIA.
Escribe:
Sigifredo Orbegoso.
Hay un dicho muy conocido: «El Diablo no duerme». Habría que completarlo: «Los corruptos tampoco». Pruebas al canto: mientras todo el mundo está en cuarentena metido en su casa, los delincuentes y corruptos quieren salir de sus reclusiones carcelarias cumpliendo condenas o en forma preventiva, aprovechando de el pánico. Mientras otros, con juicios pendientes ingresan a establecimientos Públicos sin el menor pudor. Y no olvidemos de los que han sido destituidos por aprovecharse de las necesidades de la pandemia.
Cuando estábamos en pleno debate sobre la vieja lacra de la CORRUPCIÓN, quedó claro que ésta no se da en forma aislada, sino que existe en RED. Es decir, es una telaraña o Sistema con CABECILLAS, OPERADORES y una «militancia» que apoya en la medida y circunstancia que son necesarias. El caso de KEIKO es muy ilustrativo. Tenía gente que le recolectaba el dinero, otra que «donaba» a cambio de favores futuros; otra que guardaba el dinero; y, por supuesto, Fiscales y Jueces condescendientes con sus requerimientos. ¡Cómo olvidar a Chávarry y toda la mafia de los CUELLOS BLANCOS! Y hasta un marido sin trabajo conocido, haciendo «Huelgas de Hambre» que jamás en su país – EE.UU – se lo permitirían. Y que un grupo de conocidos PRERIODÍSTAS y sus Medios, se encargaban de LEVANTAR la noticia con el fin notorio de conmover al público. Ella como AG, siempre contaron con plumíferos que so pretexto de la defensa de algún presunto derecho, a la postre su verdadero objetivo era defender al CORRUPTO Y, POR ENDE, A LA CORRUPCIÓN.
Igual ocurrió con los CUELLOS BLANCOS o «Hermanitos», esta Hermandad del mal, que nace en el tristemente célebre CNM, especializado en realizar nombramientos de pícaros como Fiscales y Jueces quienes luego VENDÍAN la Justicia al mejor postor, o retribuían favores en el depurado estilo mafioso propio de «El Padrino» por todos conocido. Los casos de esta Red ha sido ampliamente divulgada por los medios de comunicación. Nadie, que no sea un sinvergüenza, puede alegar desconocimiento.
Vale la pena precisar mejor un aspecto importante. Así, como hemos dicho, la Corrupción tiene sus Jefes, operadores, abogados, también tiene una RETAGUARDIA y una QUINTA COLUMNA, que aparentemente no son mafiosos; pero que, llegada la hora – tal como han ocurrido en las Guerras – entran en acción para salvar a algún «hermanito». YA TENEMOS EJEMPLOS DE PÚBLICA NOTORIEDAD, en nuestra ciudad.