LA TIERRA: ¿LA SIBERIA DE LA CREACION?
Escribe
JORGE CHAVEZ PERALTA
En nuestro planeta impera el materialismo, la violencia, la codicia. Si esta realidad la ha creado Dios, ¿por qué permite la ventaja del Mal sobre el Bien? En la Biblia, la aventura humana empieza con un acto de desobediencia, continúa con un fratricidio, muchísimas guerras y muertes masivas ( algunas ordenadas por Jehová). Miles de años después, la inclinación tanática del hombre ha puesto en peligro la continuidad de la especie.
Para justificar la “caída” y el Mal, los gnósticos afirmaban que este mundo fue obra de un demiurgo (un constructor, un principio activo) opresor y cruel. El cuerpo del hombre es una cárcel, pero guarda una chispa del Dios Supremo, de la Causa Primera, y debe luchar para recuperar su naturaleza divina (Cf. Los gnósticos, Serge Hutin, Buenos Aires, 1964).
LA ESCALA DE LOS MUNDOS
Los mitos encubren verdades explicables. Una propuesta basada en una Cosmología la ofreció en Occidente, a inicios del siglo pasado, el maestro ruso George Gurdjieff. Sostenía que el universo fue creado como una escala y a cada “mundo” le corresponde un nivel de inteligencia. Por ejemplo, si en nuestro organismo el cerebro es el Sol, al hígado le correspondería el nivel de un planeta. (Vid. En busca de lo milagroso. Fragmentos de una enseñanza desconocida, Pedro Ouspensky, Buenos Aires, 1967).
Le llamaba el “Rayo de la Creación”. Consideraba siete niveles en orden descendente. Cada uno duplica el número de leyes: el Absoluto (1), Todos los Mundos (3), Todos los Soles (6), el Sol ( 12), Todos los Planetas (24), la Tierra (48), la Luna (96). Del Absoluto decía que su única ley es la Voluntad; y de Todos los Mundos, que esa Voluntad se había expresado en tres. El principio trinosófico, por eso, aparece en varias tradiciones religiosas: Brahma (creación), Vishnú (destrucción), Shiva (reconstrucción), en el hinduismo; Padre, Hijo, Espíritu Santo, en el cristianismo.
LA TIERRA: UN LUGAR LEJANO Y HOSTIL
Con 48 leyes, apenas nos llega la Voluntad del Absoluto. El escaso nivel de inteligencia en este mundo se traduce en comportamientos inconscientes negativos. “La Tierra -puntualiza Gurdjieff- es un lugar muy malo, es algo así como un punto remoto y lejano en el Norte de la Siberia, muy distante de todo, muy frío, y donde la vida es sumamente dura”.
La abrumadora presencia del Mal no se justifica –como astutamente la acomodan los teólogos- arguyendo que el hombre debe ser responsable de sus actos. En realidad, no podemos, aunque quisiéramos, porque las 48 leyes influyen como un hechizo, provocan un estado de sueño psicológico que obligan al hombre a actuar como una máquina.
LAS RELIGIONES CONTRA LA RELIGION
Pero el Absoluto no se olvida de nosotros. Cíclicamente, desde los niveles superiores de la Escala, descienden mesías, budas y avatares para tornar al hombre consciente de sí y recordarle su naturaleza divina.
La Religión (la que une al hombre con Dios) es la única vía de escape; lamentablemente, las religiones convencionales siempre han operado como vehículos para acentuar la hipnosis colectiva. Además, ante la amenaza de perder su autoridad, sacerdotes y los políticos se alían en contra de los emisarios de la Verdad y la Libertad. Todos sabemos, complotaron para crucificar a Jesús sólo por afirmar que su reino no era de este mundo y ser Hijo (un enviado especial) del Dios Supremo.
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