SIMBAL, TRUJILLO/ Por Santiago Quipuscoa/ El soporte de la alimentación popular esta en la pequeña y mediana agricultura; sin embargo, el Estado se preocupa más por impulsar la agricultura de exportación. Frente a la crisis alimentaria que esta ad portas, debido principalmente a la guerra Rusia-Ucrania, que ha generado escasez de fertilizantes, el gobierno nacional debe poner en marcha alternativas para paliar la escasez de alimentos que se avecina.
Teófilo Villanueva, agricultor de Simbal.
Los pequeños agricultores están, en la práctica, abandonados, sin apoyo gubernamental, tanto en lo técnico como en el financiero, para la siembra y también en la comercialización de sus productos que van a los mercados locales y regionales.
Los pequeños agricultores realizan esfuerzos individuales por mejorar sus siembras, haciendo más productivas sus tierras, con métodos ancestrales, como el uso de abono y humus, que muchos de ellos preparan logrando mejores rendimientos.
Los abonos orgánicos se han utilizado desde hace mucho tiempo con la intención de aumentar la fertilidad de los suelos, además de mejorar sus características en beneficio del adecuado desarrollo de los cultivos. Hoy en día su uso es de gran importancia, pues han demostrado ser efectivos en el incremento de rendimientos y mejora de la calidad de los productos.
En el fundo La Huaca, en el distrito de Simbal (Trujillo), nuestro reportero Santiago Quipuscoa, entrevistó al agricultor Teófilo Villanueva Leyva, quien por su cuenta mejora el rendimiento de sus tierras en la siembra de maíz, yuca y otros, con el apoyo del ingeniero William Quito y doctora Roxana Luyo.
Villanueva Leyva es un ejemplo del esfuerzo de muchos pequeños agricultores, que aportan a la producción alimentaria, mejorando sus siembras, pese a la ausencia del Estado.
La actitud del pequeño agricultor debe llamar a la reflexión y la atención del Gobierno Regional y del Gobierno Nacional para que prioricen el apoyo a la pequeña y mediana agricultura, que es la despensa de la población.
