
REDACCIÓN/ El presidente de EE.UU., Donald Trump, denunció este miércoles un «fraude» electoral sin aportar pruebas y amenazó con recurrir al Tribunal Supremo para detener el recuento de votos, mientras su rival, Joe Biden, pedía paciencia hasta tener los resultados, algo que puede llevar días.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su rival demócrata, Joe Biden, quedaron cabeza a cabeza en su carrera por la Casa Blanca, en unas elecciones de gran suspenso cuando falta conocerse el desenlace en varios estados clave.
Los electores acudieron a los centros de votación, que permanecerán abiertos, dependiendo del estado, hasta las 04H00 GMT del miércoles, pero más de 100 millones ya votaron anticipadamente, un número récord que representa más del 72% del total de votos emitidos hace cuatro años.
Cuando se espera que el flujo masivo de votos anticipados retrase el escrutinio, y por lo tanto el anuncio de resultados, Trump insistió -al visitar una sede de campaña del partido republicano en Virginia- en que los estadounidense tienen el «derecho a conocer quién ganó» en el día de la elección.
Pero minimizó afirmaciones de que planeaba declararse vencedor antes de que se complete el conteo de votos.
«Creo que vamos a tener una victoria, pero solo cuando haya una victoria», afirmó antes durante una entrevista telefónica con Fox News. «No hay motivos para juegos», dijo, augurando una «muy sólida posibilidad de ganar».
Mientras Trump fustigaba a su rival y advertía sobre el riesgo de que el país se vuelva «socialista», Biden arrancó la jornada asistiendo a misa en Wilmington, Delaware, donde reside. En esa iglesia a la que va todos los domingos están las tumbas de su hijo Beau, y de su primera esposa y pequeña hija, muertos trágicamente.
Luego, se dirigió a su primer hogar, en Scranton, Pensilvania, donde estampó en la pared de la sala, bajo un cuadro, la siguiente frase: «De esta Casa a la Casa Blanca con la Gracia de Dios», lo firmó y le agregó la fecha.
Trump, de 74 años y primer presidente que busca renovar su mandato tras ser absuelto en un juicio político, llegó rezagado en las encuestas frente a Biden, de 77 y en su tercera postulación a la presidencia.
El exvicepresidente de Barack Obama concita 50.7% de apoyos frente al 44% del actual mandatario a nivel nacional, y lidera por 2.3 puntos porcentuales en estados cruciales para ganar la elección, según el promedio de sondeos de RealClearPolitics.
Pero, como ocurrió hace cuatro años con Hillary Clinton, Biden puede ganar el voto popular y perder la Casa Blanca si no logra los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para coronarse vencedor, según el sistema estadounidense de sufragio universal indirecto.
«No necesita dinero ni fama»
Ahora, la contienda está reñida en Arizona, Florida, Georgia, Michigan, Carolina del Norte y Pensilvania, donde ambos contrincantes concentraron sus esfuerzos finales.
En Miami, Annie Belman -con tapabocas y lentes oscuros- votó por Biden, quien ha centrado sus ataques en el manejo de Trump del covid-19, que deja más de 231.000 muertos en Estados Unidos.
«El enfoque de Trump contra la ciencia y su comportamiento imprudente es una de las muchas razones por las que nunca votaría por él», afirmó la septuagenaria en un desierto centro de votación.