Cada año me sorprende el tremendo empuje que, en medio de tecnologías disruptivas, la radio tiene frente a otros formatos. Frente a Internet y las comunidades digitales que encuentran herramientas poderosas para generar espacios de discusión, es la radio la que trae de vuelta el valor de la confianza en la comunicación. Tras dos años de pandemia, en los que hemos buscado un mensaje inspirador y de cordura en medio del caos, la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación (UNESCO) celebra el Día Mundial de la Radio enalteciendo el enorme valor de este medio bajo el lema “Sí a la radio, sí a la confianza”.
Para Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, la radio ha sido el formato que ha puesto en orden el vendaval informativo que inunda Internet. “Nuestra confianza en la radio puede deberse a algo aún más profundo: mientras que las imágenes se pueden distorsionar o multiplicar hasta la saturación, la radio establece una relación más directa, más íntima, entre quien habla y quien escucha”.
No es para menos. A lo largo de estos dos años, Europa evidencia una inquebrantable fe en los contenidos radiales y los coloca por encima de la televisión, los diarios y la misma Internet. La UNESCO destaca que “a lo largo de los años, la radio proporcionó un acceso rápido y asequible a la información en tiempo real y una cobertura profesional sobre asuntos de interés público, así como ha garantizado la educación y el entretenimiento a distancia”.
Independencia y fiabilidad
Este año, UNESCO propone tres valores importantes para la recuperación de las audiencias y establece a la confianza como el norte para las radiodifusoras. El primero de ellos es la necesidad de producir contenido independiente y de calidad. Si bien las herramientas digitales han potenciado la creación de contenidos, debemos considerar la aplicación de normas básicas en el ejercicio del periodismo. Ante este gran reto, la verificación de información es clave.
“En este contexto, la independencia editorial es esencial, ya que puede mostrar la capacidad de las emisoras de radio para ofrecer noticias libres de influencias”, precisa UNESCO. “La comprensión de las tecnologías digitales y las plataformas sociales es clave para evitar la circulación de información no verificada. Invertir en la comprobación de hechos, el periodismo de investigación y la verificación rigurosa de las fuentes y los contenidos son algunas de las prácticas que las emisoras de radio podrían reforzar para mantener la confianza de la audiencia”.
Accesibilidad
Pese a la sensación de “hiper conectividad”, poco menos de la mitad de la población mundial aun no usa Internet. Frente a esta inequidad en el acceso digital, la radio se presenta como una solución más asequible y que es capaz de funcionar en condiciones inviables para formatos como la TV o la Internet, debido a la falta de cobertura de servicio o la falta de un tendido eléctrico.
Bajo esas condiciones, las radios comunitarias permiten una participación más eficiente de este sector apartado de la población y se acercan al espíritu de la representatividad en esencia. Para UNESCO, el valor de “la confianza de los oyentes” es vital. “Ganar la confianza de los oyentes implica transmitir la diversidad en todas sus formas: origen del personal, fuentes de información, formatos, canales de distribución, programación, contenido editorial, etc. Las personas que se sienten representadas y pueden acceder a la información que les interesa pueden convertirse en oyentes fieles”, menciona el organismo de Naciones Unidas.
Competitividad
Con la pandemia, muchos proyectos de radiodifusión se encontraron con realidades financieras sumamente abrumadoras; provocando que la crisis en los medios se agudice y la misma representatividad descienda con el cierre de emisoras. Para UNESCO, “Este subtema vincula la supervivencia económica de las emisoras de radio a su capacidad para atraer y retener una base lo suficientemente grande de oyentes fieles como para ser sostenible o para integrar la interacción de los oyentes en sus modelos de negocio. Hay que investigar y debatir nuevos modelos de financiación, por ejemplo, suscripciones, modelos de afiliación, contenidos de pago por escucha, publicidad muy local y otros”.
Más contenido para generar confianza
Con la llegada de la tecnología, los formatos específicos han permitido revitalizar el interés de las audiencias por temas específicos y que se encuentran lejos de una agenda de discusión. A través de la radio por Internet, los podcasts y el streaming de contenidos, los oyentes / usuarios han aprendido a diseñar su propia parrilla de contenidos y confiar en estas fuentes más cercanas a sus necesidades.
“Haciendo un puente entre las tecnologías «tradicionales» y las más avanzadas, la radio ofrece ahora una gran variedad de contenidos a través de diferentes dispositivos y formatos, como los podcasts y los sitios web multimedia”, añade la UNESCO. “Aprovechemos este 13 de febrero para expresar nuestro apego a la radio; que este medio de comunicación, más que centenario y más pertinente que nunca, siga vivo por mucho tiempo”, finaliza Azoulay.