Las confesiones de José Alejandro Graña Miro Quesada y Hernando Alejandro Graña Acuña adolecen de una serie de incongruencia, errores y contradicciones con ellos mismos, con el exsuperintendente de Odebrecht Jorge Henrique Simoes Barata y con la realidad documentaria.
Una situación que deberá ser subsanada por la fiscal del Equipo Especial Lava Jato, Geovana Mori, si pretende que esas declaraciones sirvan como una prueba válida en un futuro juicio.
Leyes y leyes
Por ejemplo, esas incongruencias en el relato de los Graña podrían ser la génesis de los errores que se observa en la disposición de formalización y continuación de la investigación preparatoria del caso Gasoducto. Se confunden las leyes N° 29817 del 22 de diciembre del 2011 y la N° 29970 del 22 de diciembre del 2012, en el relato de los hechos y el presunto favorecimiento a Odebrecht.
La Ley 29817 que declara de necesidad pública e interés nacional la construcción y operación del sistema de hidrocarburos fue trabajada en la gestión del ministro Herrera Descalzi y promulgada el 22 diciembre del 2011. Permitía el ingreso de Petroperú al proyecto y un crédito puente de US$ 1.2 millones.
El mismo día y mes, pero del año siguiente, se da la Ley 29970 en la gestión del ministro Jorge Merino, que afianza la seguridad energética. La construcción del gasoducto queda como proyecto íntegramente privado.
Barata dice
Un primer punto que se observa al revisar las declaraciones de los Graña es que la mayoría de hechos que relatan los conocieron a través de Barata. Eso podría explicar las incongruencias.
Así, las declaraciones que el 10 y 11 de marzo próximo den Jorge Barata y Rodney Rodrigues de Carvalho en Curitiba permitirán saber hasta dónde se puede confirmar su declaración. Hasta ahora, Barata ha sostenido que no pagaron sobornos ni se coludieron con funcionarios públicos para el Gasoducto.
Veamos lo que los Graña dicen haber presenciado. “A principios del año 2013, Jorge Barata le dijo a José Graña, quien luego le contó a Hernando Graña, (…) que Jorge Barata había tenido reuniones con Ollanta Humala y Nadine Heredia y que estos le dijeron que había decidido hacer una nueva licitación basada en un esquema de seguridad energética, pero que no se preocupara porque el nuevo proyecto consideraba casi la misma ruta que Kuntur”, declaró Hernando Graña.
Pero para enero del 2013 ya se conocía que habría una nueva licitación, en base a la Ley 29990. El 28 de julio del 2012, Humala anunció que el Estado no participaría en el proyecto Kuntur y el 24 de febrero del 2013 el Comité Pro Seguridad de Proinversión realiza la convocatoria para la licitación del Gasoducto del Sur.
Puede que Graña se haya equivocado de año y que se refiera al 2012, pero eso tampoco coincide con la realidad. El 22 de diciembre de 2011, Humala promulgó la Ley 29817 que permitía la participación de Petroperú en el proyecto.
El viceministro Luis Ortigas Cuneo habla de una reunión en julio del 2012 en Palacio de Gobierno, con la participación del presidente Humala, Nadine Heredia y el ministro Luis Castilla, en la que se seguía discutiendo si era factible la participación de Petroperú.
Luego, al ser una Asociación Pública Privada, el ganador de la licitación definía la ruta del gasoducto. Los postores tenían cuatro rutas de referencia: la de Kuntur, una ruta que estudió Proinversión, la de Energy Transfer y la de la consultora Wood Mackensie.
Motivos difusos
Otro detalle. Hernando Graña declaró que el 25 de febrero del 2013 el exministro Jorge Merino Tafur le dijo que la mejor forma de participar en el proyecto del Gasoducto era aliarse con Odebrecht.
Pero también declaró que a fines del año 2010 empiezan a conversar con Odebrecht de su participación en el Gasoducto, con una participación en las acciones de Kuntur, lo que se tradujo el 23 de junio del 2011 en un memorándum para recuperar un saldo en la operación de IIRSA Norte por US$ 9.970,000.
Es decir, desde mucho antes de que Merino fuera ministro.
Hernando Graña dice que en enero del 2014 firmaron un convenio reservado con Odebrecht para participar en el Gasoducto, luego de que se firmara el contrato de concesión, pero en abril y mayo se ven obligados a retirarse y proponen que ingrese Enagás.
Pese a todo, agregó que en junio del 2014 asumieron pagar US$ 60 millones, más una parte proporcional del aporte de campaña del 2011, por lo que la suma total llegó a US$ 63 millones, por el 20% del proyecto.
“Esa cifra aumentó en US$ 3 millones, quedando dicho importe final en US$ 63 millones”, dice Graña. Pero tres millones de dólares es todo el aporte que Odebrecht dice haber hecho al Partido Nacionalista.
Cuestión de liquidez
Más adelante, Hernando Graña dicen que recién en julio del 2015 Barata los llamó y les dijo que la opinión de Nadine ya no importaba y los reincorpora al proyecto. “En julio del 2015, cuando Odebrecht empezó a tener problemas con el escándalo en Brasil, le interesó que G&M ingresará al consorcio en los términos originalmente acordados. (…) Jorge Barata les dijo que ya no importaba la opinión de Nadine”, reseñó la fiscal de la declaración de Graña.
De lo cual, no queda claro cuál fue el real motivo por el que G&M no estaba en el proyecto: la opinión negativa que Heredia tenía de la línea editorial del diario El Comercio o el tema de tener o no liquidez. Barata también ha dicho que G&M quería entrar en el proyecto, pero que no lo hicieron por un litigio que tenían con Sempra, una de las integrantes del consorcio competidor.
Merino
Eso nos lleva a otro punto, los Graña dicen que Barata les decía que Merino era su pata, lo que coincidiría con la expresión en portugués “meu chara” en un correo. Además de que el 2 de diciembre del 2013, en una reunión en el Ministro de Energía y Minas, Merino les filtró el proyecto del reglamento de la Ley 29970 y que en esa oportunidad les preguntó: ¿Cómo quieren que se licite (el Gasoducto)? ¿Todo junto o en dos tramos?
Estos tres hechos contradicen las declaraciones y acciones de Barata y documentos oficiales. En diciembre del 2019, el exsuperintendente de Odebrecht declaró que se quejaron que con el ministro Merino el proyecto del Gasoducto no avanzaba y entonces entró Eleodoro Mayorga, lo que supondría que no era “patas”.
Barata estuvo en Palacio de Gobierno en la juramentación de Eleodoro Mayorga, el reemplazante de Merino.
Luego de la renovación ministerial, en mayo del 2014 también se cambió a los integrantes del comité a cargo de la licitación. Las protestas de Odebrecht habrían ocasionado la renuncia de Guillermo Lecarnaque, designado por recomendación de Merino.
Todos coinciden en que a partir de entonces el proyecto avanza más rápido y el 30 de junio del 2014 se declara al ganador de la licitación.
De acuerdo con una directiva del año 2009, los proyectos de reglamento de una ley deben prepublicarse por un lapso de 10 días y se recogen las opiniones de los interesados.
Prepublicación
Ese documento no era un secreto de Estado. Documentos obtenidos por La República en el Minem indican que el preproyecto de la Ley 29970 debía publicarse en el portal de Internet, entre el 5 y 23 de diciembre del 2013. El reglamento se promulgó el 7 de febrero del 2014.
La Ley 29970 promulgada en diciembre del 2012, el plan de promoción de Proinversión y la convocatoria a la licitación del gasoducto de febrero del 2013 y el mismo proyecto Kuntur se habla de un solo adjudicatorio y un solo tramo para el Gasoducto del Sur.
Eso demostraría que si Merino, el 2 de diciembre del 2013, les dijo a los Graña lo que ellos dicen, se estaba burlando o les decía ‘vayan y lean la ley’. Hemos buscado al exministro para preguntarle, pero hasta ahora sin éxito.
Es difícil pensar que un ministro de Estado se burle, en una reunión formal, de Hernando Graña. En una reunión en la que también estaban presentes Luis Diaz Olivero, Carlos Palacios y Guillermo Lecarnaqué.
Confesión sincera
Declaración de José Graña se basa en lo que les contó Jorge Barata sobre sus reuniones con Humala y Nadine Heredia.
Hernando Graña es contradictorio sobre la exclusión de GyM del proyecto del Gasoducto del Sur.