Escribe:
Iván Guzmán Carranza
Uno de los efectos más dañinos de la gran minería y la minería informal es la destrucción o contaminación de las fuentes de agua dulce. La defensa del agua dulce es y debe ser tarea de todos los pobladores de Otuzco.
Las fuentes de agua dulce son irremplazables y están vinculadas a la misma sobrevivencia del ser humano. Defender las lagunas, ríos y manantiales existentes en la provincia de Otuzco y región La Libertad es una tarea impostergable.
Unirnos a la lucha nacional en defensa del agua dulce es un deber que no debemos rehuir. La solidaridad con el pueblo de Cajamarca en su lucha “CONGA NO VA” no debe ser un compromiso con alguna agrupación política sino el compromiso con la defensa de la vida de nuestros pueblos, traicionados por el gobierno de Ollanta, como lo fue también por el Gobierno de Alan García.
En el año 2008 propuse ante el pleno del Consejo Regional del Gobierno Regional de La Libertad una Ordenanza que declaraba de interés prioritario la protección de las fuentes de agua dulce en la región La Libertad.
FOTO: Catarata del caserío de Pollo, distrito y provincia de Otuzco.
Esta fue aprobada y hoy día es la única norma en la región la Libertad, que protege las fuentes de agua dulce. En su momento, el gobierno aprista no le prestó la verdadera importancia, tampoco las organizaciones interesadas en la defensa del agua. Hoy día, se ha convertido en una ordenanza regional clave en la lucha contra la destrucción y contaminación de las fuentes de agua dulce. La referida norma fue propuesta recogiendo el interés de los agricultores de Otuzco y de las Rondas Campesinas y estoy seguro, que, en su debido momento, los agricultores y las Rondas Campesinas sabrán defenderla y exigir su cumplimento.
