
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el exvicepresidente demócrata Joe Biden intercambiaron insultos este martes en el primer debate, cuestionándose mutuamente sus capacidades en una noche tensa y caótica, a 35 días de las elecciones presidenciales.
No hubo apretón de manos cuando los dos septuagenarios subieron al escenario y, si bien esto se debió a las restricciones por la pandemia de COVID-19, la ausencia del saludo tradicional simbolizó la profunda división en el país en la cuenta regresiva hacia el 3 de noviembre.
Trump acusó a Biden de ser «socialista», pero el candidato demócrata desestimó sus ataques afirmando que «todo el mundo sabe» que Trump «es un mentiroso».
El mandatario interrumpió constantemente a Biden y lo corrigió varias veces. Incluso el moderador Chris Wallace le pidió que dejara hablar a su oponente ante lo cual Trump increpó al periodista: «Parece que estoy debatiendo contigo, no con él, pero no me sorprende».
Ya irritado ante las interrupciones Biden le espetó: «¿Te vas a callar, hombre?», pero Trump siguió con su táctica orientada a desestabilizar a su oponente, que era tartamudo cuando niño y a veces se traba brevemente al hablar.
La congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, de origen puertorriqueño, criticó la actuación del moderador y afirmó que alguien debería llamar al «chacal de la trompeta», en referencia a un personaje del programa «Sábado Gigante», visto durante años en toda Latinoamérica, que marcaba el final del tiempo de palabra.
«No hay nada inteligente en ti»
A medida que transcurría del debate la tensión iba aumentando y Trump le dijo a Biden: «No hay nada inteligente en ti».
Ante las continuas interrupciones y burlas de Trump, pese a los intentos de Wallace de que se respetaran los tiempos de palabra, Biden se quejó: «Es difícil hablar con este payaso, perdón, esta persona».
El debate se celebró en Ohio, uno de los estados pendulares que cambian su preferencia de una elección a otra y que Trump logró ganar en 2016. Ahora, Biden encabeza las encuestas en este bastión con un 49 % de las preferencias, frente a 45,7 % de Trump.
La pandemia, que ha dejado más de 204 762 muertos en el país, marcó el desarrollo del debate, y en el auditorio los escasos presentes, salvo Trump y Biden y el moderador, portaron mascarillas y las sillas estuvieron colocadas para respetar el distanciamiento social.
Biden criticó la gestión de Trump de la crisis y eligió tocar una fibra emocional para motivar a los votantes.
«¿Cuántos de ustedes se levantaron esta mañana y tenían una silla vacía en la cocina porque alguien murió de COVID-19?», planteó el exvicepresidente de Barack Obama.
AFP