- Pionero del despertar cultural es el artista plástico otuzcano José Avalos Chávez
- Empezó con un mural en la fachada de su casa y ahora pinta a todo un pueblo
Escribe:
Manuel Rodríguez Romero
Periodista
José tenía 13 años cuando ayudaba a su padre a dibujar sugestivas alegorías en los globos aerostáticos, que hacía para ser elevados en las fiestas patronales. Ahí fue cuando descubrió su habilidad para el arte. Le tomó mayor interés en la secundaria y al término de ella ingresó a la Escuela de Bellas Artes Macedonio de la Torre de Trujillo, para estudiar dibujo y escultura.
Su destreza para dibujar fue reforzada con la enseñanza y orientación de Carlos Rodríguez, su profesor de artes plásticas del “Simón Bolívar” (Otuzco), que es un reconocido pintor costumbrista y paisajista, que estudió en sus años juveniles en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima.
José Avalos Chávez tuvo que convencer a su padre Manuel y a su madre Magdalena para estudiar dibujo y escultura en Trujillo. Ellos deseaban que su hijo estudie otra carrera profesional. La familia se trasladó del barrio Cruz Blanca (Otuzco) a La Esperanza (Trujillo). Las condiciones estaban dadas para estudiar en la Escuela Superior de Bellas Artes. Cinco años duró la carrera, en ese lapso fue formado profesionalmente para volcar su arte al pueblo.
Este es el inicio de la historia artística de José. Aun cuando esta empezando, ha logrado despertar la sensibilidad del pueblo otuzcano, al pintar hermosos murales en las fachadas de algunas casas, con temas costumbristas y personajes emblemáticos.
El primer mural que pintó fue en su casa de La Esperanza. Mucho le gustó a su hermano Leonardo, que le invitó ir a Otuzco a pintar un mural en la fachada de su casa. Lo hizo con motivos religiosos, constituyéndo un atractivo del que disfrutan los que transitan por el lugar.
Durante los largos meses de pandemia prefirió permanecer en Otuzco. Empezó a idear que hacer en este tiempo, pues lo que sabe es pintar y esculpir. “Pero más prefiero pintar. Es mi pasión y en la pintura recreo mi imaginación. Los colores dan vida y alegría”, expresa, para confesar que ha nacido para el arte, “pero un arte que tenga empatía con el pueblo y a eso estoy dedicado ahora y que mejor hacerlo en donde nací”.
José relata que el aliento de su familia lo motivó a seguir haciendo murales. El que hizo en la fachada de la casa de su hermano Leonardo con motivos religiosos: la Virgen de la Puerta, el campanero, etc, le gustó a mucha gente, en especial a Carlos Rebaza. Ese fue el inicio. Luego vinieron otros murales costeados en base a la colaboración de los dueños de las casas y de otras personas que se iban identificando con el arte.
El (José) y su amigo Anthony Ibañez, con Leonardo (su hermano), en Otuzco, decidieron formar la Agrupación de Arte y Cultura “Sonqoy tullpuna” (Corazón de colores), a la que se unió su tío Jhonny Chávez y otros pintores jóvenes. La misión es pintar y modernizar Otuzco, que deje la apatía, sea alegre y atractivo a los turistas que llegan atraídos por la Virgen de la Puerta.
Gracias a esta iniciativa, la asociación logró el apoyo de la Municipalidad de Otuzco para plasmar el quinto mural, inaugurado hace pocos días en un ambiente festivo, animado por una banda típica de músicos del caserío San Ignacio, el pueblo de coloridos y ancestrales “chullos”.
Sonqoy Tullpuna, en convenio con el Centro de Estudios, Promoción, Investigación e Inversión para el Desarrollo Humano y social de Otuzco (Cepil), se propone hacer realidad el proyecto “Pintemos cultura en Otuzco”, que con murales artísticos buscará representar el entorno cultural y religioso de los otuzcanos.
José Avalos
La gran obra será “La ruta de los murales”. Serán 16 los murales que estarán en espacios públicos. La ruta empezará antes de ingresar a la ciudad, a la altura de la estación de expendio de combustible, y terminará en el barrio Ramón Castilla. Los turistas podrán recorrer la ruta y conocer el acervo cultural y religioso de la Capital de la Fe expresado en los murales.
José Avalos, que aspira llegar lejos con su arte, confiesa que siente un gozo cuando ve que los tricicleros se han convertido en una especie de guías, al explicar a los turistas el significado de los murales. Esto, sin duda, crecerá cuando haya más obras pintadas.
Los artistas, liderados por este joven talento, esperan seguir dando mayores satisfacciones, para lo cual requieren del apoyo de la Municipalidad y de la Hermandad de la Virgen de la Puerta.
De ser así, pronto Otuzco será un “corazón de colores”, con el que sueñan José, Antohny, Walter, Leonardo y los jóvenes que también integran “Sonqoy tullpuna”.