Escribe:
Manuel Rodríguez Romero
Periodista Colegiado
Lo ocurrido esta madrugada con la detención que hizo la Policía Nacional y el Ministerio Público de los aun presuntos involucrados en una mafia, que se dedicaba a otorgar títulos falsos en el sector Educación, debe obligar a extender las pesquisas a quienes dirigieron la GRELL en los últimos 15 años por lo menos.
Para los periodistas con años de experiencia no es extraño la existencia de mafias en los sectores Educación y Salud para lograr traslados, autorización de permutas y nombramiento de personal. Muchas veces las hemos denunciado, con respuestas negativas y relativas.
Era vox populi lo que ocurría y pese a las denuncias públicas las autoridades no hacían nada para desbaratar la corrupción, la que se fue anidando año tras año. Falsificaban títulos para poder ingresar de mala forma a la docencia.
Los maestros son testigos de estas malévolas maniobras para ingresar a la docencia en los planteles. Por eso es indispensable que se investigue a las gestiones anteriores y saldrá más pus de lo que se cree que hay.
Desde entonces también hay corrupción en las UGELs, que para hacer sus fechorías algunas no implementan sus Oficinas de Control Interno y muchos administradores no pagan a los profesores reemplazantes y contratados y lo hacen cuando quieren.
Para colmo, hasta los muertos cobran. Es decir los maestros que fallecen siguen en las planillas de pago y por lo tanto sus sueldos “misteriosamente” son cobrados cada fin de mes.
La Contraloría de la República por lo visto ha descuidado este sector desde hace un buen tiempo, por dedicarse más a fiscalizar las obras públicas de las municipalidades y gobiernos regionales, en donde, claro, se mueven millones de soles.
Para nadie fue y es un secreto el funcionamiento de hace muchos años de institutos superiores sin reconocimiento oficial en las inmediaciones de la plazuela Pinillos, conducidos por una familia. Las autoridades, desde hace 30 años los han dejado funcionar como si estuvieron legalmente constituidos. ¿?
Sin embargo, ahora que se ha desbaratado esta mafia en el sector Educación, la Policía y el Ministerio Público deben extender las pesquisas a las gestiones anteriores de las dos últimas. La manzana podrida con el tiempo ha ido malogrando a otras, sin que nadie ponga freno a la corrupción.
Estamos entonces frente a un gran problema. Hay que limpiar el sector declarándolo en reorganización. Recalcamos, este problema no es de ahora se arrastra años de años. Ahí están muchos maestros de testigos. Incluso algunos eran estafados porque sus traslados o nombramientos no se daban.
La Policía, el Ministerio Público y la Contraloría tienen mucho por hacer en el sector Educación.