TRUJILLO/ Salvaguardar la salud de la población, en el escenario ambiental, es una finalidad esencial para el SEGAT, sin embargo, también pretende inculcar actitudes positivas a favor del cuidado y valoración del hábitat.
Tras superar las restricciones por la pandemia de la Covid-19, y luego de 3 años, la OPD municipal, gerenciada por el Abog. Javier Enrique Torres Saravia, otra vez se pone la camiseta en defensa de la tierra, que es afectada por emisiones de CO2 y otras radiaciones químicas, que destruyen la capa de ozono.
Frente a este problema por inconducta de muchas personas, se desarrolló ‘la Hora del planeta’ , de 8:30 p.m. a 9:30 p.m, a fin que los trujillanos reflexionen sobre sus acostumbradas acciones que inciden en el exceso del uso de energía eléctrica .
Bajo el lema:» Apaga la luz, salva el planeta», un equipo de administrativos de la OPD, junto a comisiones de delegados de la Gerencia de Desarrollo Económico Local de MPT, UNT, UCV y representantes de sectores, realizó un festivo y acogedor pasacalle, que empezó en la Paseo de las Letras. El desplazamiento fue por los jirones Gamarra, Pizarro, Colón, España, Orbegoso hacia la Plaza de Armas. En trayecto un grupo de Subgerencia de Calidad Ambiental y Proyectos instó a la ciudadanía a participar de esta acción.
Al llegar al punto final del recorrido, un creativo diseño iluminado, en el frontis del municipio, a base de velas y plantas, que resalta el nombre de la institución gestora y responsable de este importante cambio con el tiempo proclamado: 60+. El primer elemento, motiva a apagar la luz y desconectar los artefactos; el segundo, como una razón principal para cuidar la fuente de vida.
En un acto simbólico, que contó con presencia del alcalde provincial, José Ruiz, agrupaciones referidas y asistentes en general, se procedió a presionar el interrumptor de un peculiar y llamativo foco, con diversas potencias reguladas, dentro de un módulo facilitado por la Gerencia Regional de Energía, Minas e Hidrocarburos. Mientras tanto, la Plaza Mayor descansaba en la oscuridad.
En ese lapso, hubo un momento para la distracción de los asistentes, mediante juegos a base de soga, sketch de boliche y ocasiones de humor.
Al culminar, se activó el sistema de iluminación y, con ello, un fuerte mensaje reflexivo en cada uno. Se obsequió una especie ornamental cuyo nombre es ‘Maringol’, con el afán de inculcar un compromiso con la naturaleza, como fuente de vida.