LIMA/ La defensa de Keiko Fujimori exigió al fiscal José Domingo Pérez que demostrara que durante las campañas electorales había actuado como líder de una organización criminal. Entre los hechos que acreditó Pérez refirió que ordenó a dos de sus íntimos amigos, y miembros de la cúpula de Fuerza Popular, Víctor Shiguiyama Kobashigawa y Ana Matsuno Fuchigami, que a su nombre recogieran el dinero que clandestinamente le suministró la empresa de Juan Rassmuss Echecopar, Sudamericana de Fibras. Shiguiyama retiró en efectivo US$ 850 mil y Matsuno US$ 200 mil, en ambos casos para la campaña de 2011.
En 2016, Keiko Fujimori perdió las elecciones, pero logró la mayoría absoluta en el Congreso, lo que le dio margen para imponer al electo presidente Pedro Pablo Kuczynski a dos personas de su confianza: Víctor Shiguiyama, como jefe de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat), y a Ana Matsuno como jefa del Instituto Aduanero y Tributaria (IAT) de la Sunat. Es decir, los acarreadores del dinero de Keiko Fujimori fueron premiados por esta con altos cargos públicos en un organismo extremadamente sensible como la Sunat.
Pero no fueron los únicos.
La fiscalía también ha acreditado que Keiko Fujimori recogió personalmente US$ 450 mil en efectivo que le suministró Dionisio Romero Paoletti para la campaña de 2016. A diferencia de 2011, en que le dio US$ 3 millones 365 mil de los fondos de Credicorp, el banquero apeló a las cuentas de otra compañía del Grupo Romero, Inversiones Piuranas.
La fiscalía ha documentado que Keiko Fujimori, los días 28, 29 y 30 de marzo, recogió en cada oportunidad fajos de billetes por US$ 60 mil; y el 2 y 25 de mayo del mismo 2016, US$ 150 mil en cada ocasión. En total, US$ 450 mil contantes y sonantes.
Pero ella no fue sola.
Conforme con la documentación que ha entregado la fiscalía al juez Víctor Zúñiga, en el proceso de subsanación de la acusación contra Keiko Fujimori y sus 41 cómplices, la jefa de Fuerza Popular se presentó en la casa del excongresista Martín Pérez Monteverde -donde le esperaban los caudales en maletas y sobres de manila y de plástico- junto con José Chlimper Ackerman.
En la campaña presidencial de 2011, Chlimper también acarreó dinero de origen sospechoso. El 17 de de mayo de 2011, Chlimper entregó una maleta con US$ 210 mil en efectivo al gerente del Grupo RPP, Hugo Delgado Nachtigal; y el 24 de junio del mismo año, nuevamente Chlimper dio otra maleta con US$ 266 mil al gerente de CRP Medios y Entretenimiento, Manuel Zavala Chocano.
Fueron pagos de publicidad con fondos cuyo origen José Chlimper no mencionó, pero que Delgado y Zavala bancarizaron.