




Juan Huamán es un discapacitado, que cuando tenía 4 años de edad fue abandonado en una de las avenidas de San Isidro en Lima.
Fue encontrado por la Policía. Como no tenía ningún familiar fue criado en la Comisaría, donde los policías le dieron albergue y alimentación y hasta le enseñaron a leer.
Cuando cumplió 29 años decidió trabajar y dejó Lima y vino a Trujillo para demostrar que puede trabajar y cubrir sus propias necesidades vendiendo escobas.
El recorre las calles, pero generalmente se le ve por la cuadra dos de Pizarro con fardo de escobas. Vive en un humilde cuartito que alquila en la 4ta etapa de la Urb. Santa María.
Lo sorprendente es que desde hace algunos años, el dinero que ahorra de su trabajo lo destina a dar chocolatadas a los niños pobres de zonas marginales de Trujillo.
Pero él va más allá, quiere contagiar su solidaridad a los trujillanos, de ahí que hace un llamado para que lo ayuden ayudar a los niños en esta Navidad.
Un gran ejemplo el de Juancito.