JOSÉ SALINAS, NATIVO DE CHOTA (OTUZCO), SE SUBLEVÓ POR LA LIBERTAD EN MARZO DE 1819.
Escribe:
Manuel Rodríguez Romero
Periodista Colegiado
Entre los otuzcanos siempre existieron hombres apasionados dispuestos a luchar contra la explotación y la servidumbre. Insurgieron rebeldes y valientes.
Claro, existía temor al fracaso, pero estaba muy claro que tenían que romper las cadenas de la opresión, de la esclavitud y la injusticia, por parte de los dueños (hacendados) de grandes extensiones de tierras que tenían adjudicadas desde la conquista.
Otuzco no fue un bastión realista y por lo tanto no se opuso a la emancipación española, como algunos señalan. No, Otuzco, por el contrario, luchó fuertemente en aras de la independencia desde 1818. Los lugareños por ese año comenzaron a manifestar sus ansias por la libertad, ante la férrea oposición de los hacendados españoles y sus secuaces.
Si bien es cierto que son pocos los acontecimientos de trascendencia, pero esos pocos han jugado un papel preponderante en la gesta por la emancipación.
La resistencia a la causa emancipadora fue porque Ramón Noriega (español) dueño de las haciendas de Chota – Motil, ejercía gran influencia en los otuzcanos.
La realidad era que en Otuzco habían dos grandes bandos: los patriotas y los realistas. Cada bando tenía su alcalde. Es decir, en Otuzco las fuerzas estaban muy polarizadas, a tal punto que hubo dos alcaldes, uno de los españoles Manuel Pesantes y otro de los Naturales Juan Sumelcio Corcuera.
Entonces no se puede decir que Otuzco fue un foco realista, la oposición fue relativa. El espíritu rebelde de los otuzcanos era manifiesta desde épocas pre históricas y se mantuvo después. Durante la colonia fueron dominados por el poder político y económico que manejaban los hacendados españoles.
En este contexto un hecho histórico, poco conocido, protagonizó José Salinas, indígena de la hacienda Chota- Motil del español Ramón Noriega. Junto a 60 nativos se sublevó contra su poderoso patrón Noriega y las autoridades virreinales. Escribía y difundía proclamas, con el seudónimo «José Luz de la Verdad», incitando a la libertad y luego se levantó y se enfrentó a las huestes realistas en las faldas del Shulcahuanca. En el enfrentamiento murió, al rodar herido desde la cima del cerro, donde estaba parapetado. Este hecho ocurrió en marzo de 1819.
Chota es actual caserío del distrito de Agallpampa, provincia de Otuzco.