
Escribe:
Manuel Rodríguez Romero
PERIODISTA
Hoy se cumple 487 años de la fundación española de la ciudad de Trujillo, en la actualidad capital de la región La Libertad. Según la historia, fue fundada por Diego de Almagro a finales de 1534, con el nombre de «Villa de Trujillo», siendo instituido su cabildo por Francisco Pizarro el 5 de marzo de 1535, constituyéndose, con el transcurrir del tiempo, en una de las principales ciudades del Virreinato del Perú.
Trujillo, por muchas razones, es una ciudad histórica, tradicional y de abolengo, caracterizada por la hospitalidad de su gente, que posee un benigno clima, no en vano fue considerada la capital internacional de la primavera. Es además cuna de la libertad y la democracia y la capital de la cultura, como que aquí se fundó la primera universidad republicana del Perú.
La verdad hay que decirlo. Las nuevas generaciones poco saben o conocen de este hecho histórico. Basta preguntar a más de un escolar sobre cuándo fue la fundación de la ciudad de Trujillo y tras esperar respuesta confirmar tal aseveración.
Por eso, en el 2009 se recibió con mucha alegría la iniciativa del alcalde de entonces César Acuña Peralta de instituir la Semana Jubilar de Trujillo. Ese año la municipalidad desarrolló un amplio y variado programa de actividades para recordar la fundación de la ciudad, el primer cabildo y la designación de los primeros alcaldes: Rodrigo Lozano y Blas de Atienza.
La finalidad de la conmemoración era fortalecer la identidad de los trujillanos y que las nuevas generaciones conozcan el origen, la historia y evolución de la ciudad. Si los trujillanos no tuviéramos conocimiento de nuestra historia, no podríamos desarrollar una propia identidad, por eso es necesario recordar y celebrar este memorable suceso.
Almagro fundó la villa de Trujillo en recuerdo de la ciudad natal de Francisco Pizarro. Luego Pizarro oficializó la fundación de Trujillo el 5 de marzo de 1535, denominándola Villa de Trujillo de Nueva Castilla y repartió 31 solares a los primeros vecinos. El primer gobernador fue don Martín de Estete, quien trazó el primer plano.
Según los cronistas de aquella época, a pocos días para que se cumplan los tres años de la fundación, la Reina Doña Juana, el 23 de noviembre de 1537, firmó en Valladolid (España) una Real Cédula dándole a la Villa de Trujillo el título de Ciudad.
Sigue latente la gran preocupación. La mayoría de estudiantes desconocen quien fundó Trujillo y quienes fueron sus protagonistas. Entonces, ¿ cómo podemos identificarnos si no conocemos nuestro origen?, nos guste o no?

Lamentable. Han transcurrido 13 años y la propuesta de incluir en el plan curricular escolar el curso de Historia Regional no se concreta hasta ahora, por desidia de los funcionarios de la Gerencia Regional de Educación de La Libertad.
Con motivo de fiestas patrias, en la Casa de la Identidad Regional, en presencia del vicepresidente regional de La Libertad, Ever Cadenillas, y del consejero regional Gonzalo Rodríguez, propuse que en el plan curricular regional se incluyan los cursos de Historia Regional y Educación Cívica. No hay ninguna respuesta concreta.
La historia hay que ponerla siempre en valor. La de Trujillo tiene una connotación especial, por mantener su señorío y tradición. Fieles testigos de aquella época son las casonas coloniales, con sus hermosos balcones y ventanas; los templos en los que resaltan los retablos de fino acabado, admirados por turistas nacionales y extranjeros.
Durante el virreinato, Trujillo fue considerado como el granero del Perú. Tenía una alta producción de azúcar, arroz, cueros, cereales, harina y ganadería porcina, además de minería y se convirtió en la ciudad más importante del norte peruano.
Luego, a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, constituía un poderoso foco cultural, religioso, político, social y económico. Trujillo se constituyó entonces en la primera ciudad del Perú, donde se proclamó la ruptura de la dependencia de España, hecho histórico que también se celebra el 29 de diciembre de cada año.
Teniendo en cuenta los pergaminos que ostenta Trujillo, en el 2009 el alcalde César Acuña decidió, con respaldo de sus regidores, celebrar la fundación de la ciudad. La ciudad cobró nueva juventud con la ejecución de obras que le dieron modernidad y mejores condiciones para vivir.
Nadie pudo negar, ni los más recios opositores políticos del alcalde Acuña, que la ciudad de Trujillo fue transformada. Experimentó un notorio cambio para bien, como lo afirmaron en su oportunidad los escritores Mario Vargas Llosa, Enrique Bryce Echenique y otras personalidades que visitaron la urbe en esa época.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) escogió a Trujillo, entre 26 ciudades de América Latina y el Caribe, para ser modelo de ciudad sostenible. Eso le valió que un grupo de profesionales, especializados en diversos ejes temáticos, desarrolle el proyecto piloto que fue replicado en otras ciudades emergentes del continente.
La ciudad de Trujillo, en marzo del 2013, con motivo de celebrar la semana jubilar, fue sede de la Primera Cumbre de Ciudades Sostenibles y Emergentes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), durante la cual los alcaldes intercambiarán experiencias y dieron cuenta de los avances que habían logrado en lo referente a calidad de vida.
Hay que reconocer la capacidad de gestión que en favor de Trujillo tuvo el ex alcalde César Acuña, que le cambió el rostro y superó sus 4 décadas de atraso. Por ejemplo, la Semana Jubilar, que se desarrolló durante los años de su gestión, convirtió a la ciudad en una fiesta de arte, cultura y tradición, que ahora se añora. A ella concurrían ilustres personalidades como alcaldes y presidentes de países hermanos de América Latina.