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Escritor liberteño participó en Congreso Internacional: “Vallejo en el centenario de Trilce” que se realizo el 26 y 27 de abril en España
“(César) Vallejo, para sus enemigos, fue el incendiario, el terrorista de su época. Fue un preso político, castigado por sus ideas socialistas”, afirmó el consagrado escritor liberteño Eduardo González Viaña, en la inauguración del Congreso Internacional: “Vallejo en el centenario de Trilce”, realizado en la Universidad de Sevilla (España).
Fue al relatar que el poeta César Vallejo, cuando tenía 28 años de edad, fue encarcelado injustamente, tras ser acusado de participar en una revuelta contra autoridades, en la festividad patronal de Santiago de Chuco.
El vate universal estuvo en la cárcel 112 días, sin embargo, nunca fue absuelto del proceso judicial, pues sólo la Corte de Justicia de La Libertad le dio libertad provisional. Si (Vallejo) regresaba de Europa habría ido otra vez a la cárcel, añadió.
González Viaña explicó que el expediente judicial tenía aberraciones jurídicas y que el juez ad hoc inventó documentos para señalar como culpable a Vallejo. El poeta fue un preso político, castigado por sus ideas socialistas, que sufrió la injusticia en carne propia, sostuvo.
Durante la revuelta en Santiago de Chuco intentaron matar a las autoridades y resultó muerto un intelectual que era amigo de César Vallejo. Además, para acusar a Vallejo fueron dibujadas rúbricas falsas de algunos ciudadanos, declaró González Viaña, que indicó que el abogado del poeta fue baleado por los gendarmes, que adujeron que había caído de una mula.
Estas referencias, y otras, las hizo el autor de “Vallejo en los infiernos”, ante personalidades de la cultura de España, así como académicos de las universidades de Sevilla (España) y César Vallejo (Perú).
A la vez dijo que, años más tarde, la familia Santamaría pretendió desaparecer las pruebas y el expediente del juicio por los sucesos de Santiago de Chuco. Fue el abogado Germán Patrón Candela, al enterarse de la intención, que tomó las providencias del caso e impidió que las pruebas lleguen a manos de la familia interesada. (Manuel Rodriguez Romero).
