EDITORIAL
LA HERMELINDA UN MERCADO MODERNO Y SALUDABLE
El mercado privado La Hermelinda, que fuera fundado hace 30 años y cerrado temporalmente por la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT) por ser un peligroso foco de contaminación, para volver a funcionar tiene que reunir las condiciones indispensables de salubridad.
Esta es la condición para que los dueños de los puestos de venta del mercado más grande del norte del país y considerado la despensa de la población, retomen sus actividades comerciales. Para ello tienen el apoyo del gobierno municipal de Trujillo y del Gobierno Regional de La Libertad.
En efecto, con miras a la nueva normalidad del mercado La Hermelinda, esta mañana los comerciantes comenzaron el diagnóstico con pruebas rápidas para detectar el COVID-19. Sin embargo la cifra de dueños-conductores del mercado se eleva a 1,371, según el padrón original.
Es preferible que los dueños y conductores de los puestos de venta se sometan a las pruebas moleculares que tienen más efectividad. Estas (pruebas) deben ser compradas por los propios comerciantes, que están en condición de hacerlo, y porque ellos son los llamados a dar garantía sanitaria a sus clientes.
Además, el servicio de limpieza del mercado debe ser responsabilidad de los dueños de los puestos, debidamente organizados en su junta directiva y que esta sea registrada en la SUNARP. Previamente debe sincerarse el padrón de propietarios en base al padrón original.
Para el expendio de productos alimenticios los comerciantes deberán cumplir con los protocolos emitidos por las autoridades respectivas, así como la señalización del tránsito interno, prohibiendo la estancia de comerciantes informales.
Los dueños y conductores están llamados a modernizar el mercado para cumplir con las exigencias de una mercado saludable y evitar que en el futuro sea cerrado definitivamente. Esto debió hacerse mucho antes, lo que pasa es que los gobiernos municipales que pasaron fueron indiferentes o negligentes al problema. No pensaron que esta “bomba de tiempo” iba a explotar en cualquier momento, más aún con el COVID-19.
No queda otra salida que el mercado privado La Hermelinda funcione con orden, que sea salubre, para que el público tenga la garantía de adquirir productos de buena calidad. No sólo piensen en hacer rentables sus negocios, sino también en la salud de sus clientes.
El ideal de los fundadores de La Hermelinda fue hacer un gran mercado al servicio de la población. Hoy que el COVID-19 ha desnudado el gran problema, el camino está trazado para hacerlo, claro ésta, con el apoyo de las autoridades.