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Es una mujer muy especial que mezcla el amor y coraje para superar la adversidad. Ella vive en el hermoso pueblo de Huaranchal (Otuzco)
Escribe:
Manuel Rodriguez Romero
Periodista
Es ejemplo de amor por los niños y de coraje para vivir. Pese a la adversidad, siempre sueña con ayudar a los más humildes. Tiene discapacidad congénita y su estatura apenas llega a 1.25 cm, pero eso no lo amilana para ser útil, vivir feliz y ayudar a ser felices a los demás en la “Sucursal del Cielo”, como así llaman los lugareños a Huaranchal (Otuzco), donde nació hace 41 años.
Sonia Rodríguez Valdez vive rodeada de niños, desde que era adolescente. Su imán es el amor. A su humilde casita, de adobe y tejos, llegan casi a diario una veintena de niños de primaria, para que los ayude hacer las tareas que deja el profesor, pero a la vez a las niñas les enseña a tejer y bordar.
Confiesa que su sueño de niña fue ser maestra de inicial. Pero no hubo imposibles para serlo. Basta tener amor a los niños para estar con ellos guiándoles y aconsejándoles. Ella se siente feliz y “muy feliz”, según remarca. Sonia no es de aquellas que, ante la adversidad, se doblegan. Ella concibe a la adversidad como un reto que hay que superar.
“Chonita”, como la conocen en Huaranchal, quiere seguir construyendo su sueño de ayudar a la gente. Y quiere ir más allá, a quienes carecen de los servicios elementales para vivir. Aun cuando su distrito es un paraíso, por sus hermosos paisajes, por su clima, por sus frutales, existen muchas familias en pobreza extrema, situación que arrastran de generación en generación, por la indiferencia del Estado.
“Mi sueño es servir a mi pueblo”, declara muy segura y optimista, al anunciar que postulará para regidora distrital, en la lista del candidato a la alcaldía Lalo Núñez de Trabajo más Trabajo. “Ya me veo con mis niños y jóvenes dando solución a sus necesidades. Hay que mejorar la calidad educativa y la atención en salud. No es posible que Huaranchal no tenga un médico”, expresa indignada.
Pese a sus limitaciones físicas, “Chonita”, en silla de ruedas, viene visitando las comunidades de Chapihual, El Corral, Huayobamba, El Lajón, El Aliso, El Manzano y Pampa Grande. El mensaje que lleva a los campesinos es no rendirse jamás. “Para salir adelante hay que trabajar con optimismo y mucha fe”, señala.
Muy cerca del pueblo están las medicinales aguas termales que descubrió Antonio Raimondi. Los abundantes y frondosos árboles frutales que hay, es gracias al clima que tiene al estar ubicado a 2,100 msnm, en Alto Chicama. Al pie del misterioso Higuerón brota agua “encantada”, que quién la toma se queda para siempre en el lugar, según la tradición.
Huaranchal fue creado como distrito por ley del 17 de diciembre de 1866, cinco años después de la creación de la provincia de Otuzco. Muy cerca de ahí está la famosa ex hacienda Chuquizongo, cuna del prócer de la independencia Luis José de Orbegoso y Moncada, presidente constitucional del Perú en 1833.
El clamor de los huaranchalinos es tener una carretera asfaltada, para salir del atraso.
En el primer gobierno de Alan García se dispuso una partida de dinero para la obra, que fue anunciada con “bombos y platillos” por Luis Alva, pero se perdió por desidia. El Gobierno Regional de La Libertad debe mejorar la vía para impulsar el turismo, el intercambio comercial y la minería no metálica.
Fue en este recóndito lugar donde encontré, hace algunos años, a “Choñita”, que ya era un símbolo para su pueblo, donde la quieren, consideran y estiman, por la inmensa bondad que brota de su apasionado corazón. Es ejemplo de amor y perseverancia por la vida.