Manuel Rodríguez Romero
Periodista
manuelbrr@hotmail.com
Un personaje íntimamente ligado a la historia de Otuzco, poco conocido, pese a su gran valía, es Carmelo Carranza Luján, el más importante gestor de la creación de la provincia de Otuzco. Fue su primer subprefecto, que como tal hizo importantes obras. Aun cuando es un protagonista histórico, ni siquiera lleva su nombre una calle de la ciudad.
Pero, ¿quién fue este ilustre y desconocido personaje?
Carmelo Carranza nació el 16 de julio de 1823. Fue hijo de Fructuoso Carranza y María Luján. Estudio Ciencias en el Seminario de Trujillo, al que ingresó en 1842.
Doce años después decide unirse al grupo de insurrección contra el gobierno del general Echenique y en sesión pública realizada en la Plaza de Armas pide la división de la provincia de Huamachuco.
Al triunfar el movimiento contra Echenique se convocó a elecciones para diputados, por lo que Carmelo Carranza apoyó de manera decidida la candidatura de Manuel José Corcuera, para diputado por Huamachuco, pero con el compromiso –de salir elegido- de respaldar en el Congreso la creación de la provincia de Otuzco.
Al transcurrir el tiempo no se veía ningún avance en las gestiones. En 1859 Carmelo Carranza viaja a Lima por asuntos personales y aprovecha para hablar con el doctor Pedro Gálvez, diputado por Cajamarca, a fin de que presentara el proyecto de ley respectivo, por lo que así lo hizo, pero sin resultado.
Concluido el periodo de Manuel José Corcuera fue elegido diputado Nemesio Orbegoso, quien reanudó las gestiones para lograr el sueño anhelado de los otuzcanos.
En 1861, durante el gobierno de Ramón Castilla, fue sancionada la ley de la división de la provincia de Hamachuco, creando a la vez la nueva provincia de Otuzco. Fue nombrado primer subprefecto Carmelo Carranza Luján. Vicente González Pinillos le obsequió un elegante bastón con empuñadura de oro, como símbolo de apoyo de sus amigos.
Como primera autoridad política se dedicó a incrementar la instrucción pública en la flamante provincia, anidando el anhelo de ver construida la carretera que uniera Trujillo con las provincias del interior, obra que debería constituirse en la columna vertebral del progreso de los pueblos del ande liberteño.
También inició los trabajos de construcción de la capilla El Corazón de Jesús, por cuanto la iglesia principal había caído.
Posteriormente, de acuerdo con Luis Acevedo, gobernador del cercado, mandó construir un puente de piedra sobre el río Pollo, que atravesara la ciudad.
En 1863 dejó la Subprefectura y se retiró a la vida privada, Antes, en 1859, formó la sociedad minera con el comerciante otuzcano Liberato Méndez para trabajar en la mina llamada “Caridad”, propiedad de Eusebio Rodríguez.
Al producirse el movimiento revolucionario contra el gobierno del coronel Prado, encabezado por el coronel Balta, éste se encontró con Carranza Luján, que unido con el pueblo le proporcionó toda clase de recursos.
Para hacer frente a la insurrección de Balta el coronel Prado ordena al coronel Benigno Febres ocupar Otuzco, por lo que Balta toma posesión del cerro Cushay Majada, dominando a las huestes del perseguidor.
El coronel Balta pensó que el triunfo había sido un milagro de la Virgen de la Puerta, por lo que ofreció obsequiarle un manto bordado en oro, que después cumplió, el que fue robado en el 2011, sin que se haya ubicado a los sacrílegos. El regalo fue atractivo de fieles devotos y turistas. El manto de Balta era de color perla de tisú, bordado en oro y recamado de piedras preciosas.
Al triunfar la revolución se convocó a elecciones de diputados en el país. Fue elegido diputado Serapio Orbegoso y como diputado suplente Carmelo Carranza Luján. Luego, por licencia del titular, Carranza ocupó la curul, que le dio la oportunidad de presentar en el Congreso varios proyectos, entre ellos la creación de un colegio de instrucción media en Otuzco. Sometido a debate el proyecto en el pleno del Congreso, Carranza lo defendió con un vigoroso discurso publicado en el Diario de Debates de noviembre de 1868. Sometido a votación el proyecto fue aprobado.
Carmelo Carranza, antes de regresar a Otuzco, se fue a despedir del coronel Balta y en la conversación le hizo recordar su ofrecimiento de regalar un manto a la Virgen de la Puerta. En diciembre de 1869, Balta envió el regalo con su edecán, el coronel Santamaría. La milagrosa imagen ya tenía entonces una bonita corona de oro con brillantes, obsequiada por Fructuoso Carranza, padre de Carmelo Carranza.
En 1870 se inaugura el colegio de la Purísima Concepción, siendo su primer rector el Dr. Mariano Carranza, que con su cuerpo de profesores competentes y reconocidos se instalaron en la casa del gestor.
Lo que no pudo lograr, pese a las gestiones, fue que la entonces hacienda Lláugueda pase a poder del flamante colegio para asegurar su funcionamiento, pues ésta con el tiempo paso a ser propiedad del colegio San Juan de Trujillo.
A fines de 1871 luego de trabajar una mina de su propiedad y algo enfermo regresó a Otuzco. Para su sorpresa fue nombrado subprefecto, pero no aceptó porque no convenir a sus ideas políticas. Cansado de la lucha contra los sinsabores de la vida, le sorprendió la muerte en Otuzco el 17 de marzo de 1872.
Esta historia, y otras de Otuzco, fue publicada en las primeras décadas del siglo pasado en el periódico Los Andes de Cerro de Pasco, por impulso del empresario minero Cristian Carranza, hijo de Carmelo Carranza.